South American Research Journal, 1(2), 21-26
https://www.sa-rj.net/index.php/sarj/article/view/9
ISSN 2806-5638
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…], para generar profesionales con competencias y contribuir
Responsabilidad. Sentimiento de los miembros de la
organización acerca de su autonomía en la toma de
decisiones relacionadas con el trabajo.
Recompensa. Percepción de los miembros sobre la
adecuación de la recompensa recibida por el trabajo bien
hecho.
a las soluciones de los problemas de la sociedad”.
Sin embargo, esta situación no siempre fue así. Profesores
que laboran en esta entidad señalan que, previo a los procesos
de acreditación y aseguramiento de la calidad por parte del
organismo estatal competente, la preocupación por la calidad
ocupaba un segundo plano. Para Marchesi y Martín (1998), la
calidad está estrechamente ligada con el cambio educativo. Hay
estudios que consideran incluso que el clima es una herramienta
poderosa para evaluar el cambio hacia la eficiencia de la
institución de educación superior (Segredo Pérez, 2011). Por tal
razón, el buen funcionamiento institucional está estrechamente
relacionado con el clima organizacional en términos de
Desafío. Sentimiento que tienen los miembros de la
organización acerca de los desafíos que impone el
trabajo.
Relaciones. Opinión por parte de los miembros de la
empresa acerca de la existencia de un ambiente de trabajo
grato y de buenas o malas relaciones sociales, tanto entre
iguales como entre jefes y subordinados.
bienestar, compromiso, satisfacción
y productividad del
Cooperación. Sentimientos de los miembros de la
empresa sobre la existencia de un espíritu de ayuda de
parte de los directivos y otros empleados del grupo.
Estándares. Percepción de los miembros acerca del
énfasis (alto, bajo, nulo) que pone la organización sobre
las normas (procedimientos, instrucciones, normas de
producción o rendimiento...).
personal que labora en una institución de educación superior.
Para averiguar si la calidad va de la mano con el cambio,
el presente estudio contrasta la visión del clima organizacional
que vivían los docentes antes y después de los procesos de
evaluación del CEAACES.
DESARROLLO
Conflicto. Sentimiento de los miembros de la
organización, tanto pares como superiores, respecto a si
se aceptan o niegan las opiniones discrepantes y no temen
El clima organizacional en el sistema universitario se
refiere a la percepción que tienen los trabajadores sobre el
ecosistema educativo; este resulta trascendental para gestionar
la calidad del servicio que brinda la institución educativa. El
clima abarca los componentes internos y externos de una
organización. Salazar Estrada et al. (2009) definen al clima y la
cultura organizacional como el ambiente físico, características
estructurales, ambiente social, características personales y
comportamiento organizacional. Por tal motivo, debe entenderse
que es el producto de la interacción entre las personas y las
organizaciones. Por lo expuesto, tanto el clima y la cultura
organizacional son determinantes para conseguir que la
productividad a nivel global y sobre todo a nivel personal
crezcan por el bien de todos, también para que se optimice la
calidad del trabajo con el fin de alcanzar de manera oportuna la
consecución de los objetivos propuestos. Esto se puede lograr a
través de un apoyo desinteresado al talento humano para que
expresen su potencial, aceptando sus logros y participando de
manera activa dentro de la organización.
Varias investigaciones aportan interesantes ideas al
momento de gestionar el clima organizacional como una
actividad dinámica interna de cada institución. Este es el caso de
Sandoval Caraveo (2004), Charry Condor (2018) y Penachi
Valle (2019) quienes sostienen que las organizaciones tienen
peculiaridades que hacen posible un clima organizacional
diferenciado que repercute en sus miembros.
Las ideas sobre el clima organizacional no son del todo
nuevas. Se remontan a cincuenta años atrás. Originalmente
fueron desarrolladas por Litwin y Stringer (1968). Sin embargo,
la primera vez que se estudió el clima organizacional tuvo que
ver con un estudio realizado por Lewin et al. en 1939, con el fin
de analizar estilos de liderazgo. Litwin y Stringer se basaron en
varios elementos demostrados por este grupo; ellos
operacionalizaron indicadores hasta disponer de un cuestionario
denominado Organizational Climate Questionnaire, en el que
hicieron constar nueve escalas: estructura, responsabilidad,
recompensa, riesgo, afecto, apoyo, estándares, conflicto e
identidad (Michie, 2014). Estas nueve dimensiones se
mantienen en los modelos de evaluación del clima
organizacional. Sintetizados, estos factores son:
(
o sí) enfrentar y solucionar los problemas tan pronto
surjan.
Identidad. Sentimiento de pertenecer a la organización
como un elemento importante y valioso dentro del grupo
de trabajo.
Se constata que el clima organizacional evalúa qué tan
amigable, dinámica, transparente, diligente y confiable es una
entidad; no obstante, si se busca alcanzar las metas establecidas
en las organizaciones, estos aspectos resultan difíciles de medir,
por lo que se ha buscado identificar elementos auto-reportados
específicos para conocer la opinión que tienen los miembros de
una institución superior. Estos aspectos son: la motivación, el
liderazgo, la reciprocidad, el involucramiento y la comunicación
(
Segredo Pérez, 2011).
La evaluación del clima organizacional originalmente se
estructuró a través de los ítems desarrollados por Litwin y
Stringer (1968); mientras que, las propuestas actuales tomaron
como base la teoría organizacional, que considera el enfoque
interdisciplinar de: 1) la empresa productiva o de comercio y 2)
la organización educativa universitaria. No hay que olvidar que
el sociólogo Coleman (1994) planteaba que la universidad tiene
algunas similitudes con la actividad comercial; según la cual, los
estudiantes intercambian tareas por calificaciones, por lo que
debería estudiarse de forma semejante. El cuestionario
Organizational Climate Questionnaire fue adaptado al castellano
y se le realizaron ajustes interdisciplinares con el campo
educativo superior; los que dieron lugar al denominado modelo
CLIOUNing de Mejías et al. (2006).
Mejías et al. (2006) hicieron una validación por medio del
Análisis Factorial Exploratorio; reportaron un Alfa de Cronbach
de 0,88 para todo el instrumento y >0,73 para las dimensiones;
los autores redujeron la escala a 12 ítems y tres dimensiones que
explica el 75%. Las tres dimensiones son gestión institucional,
retos individuales e interacción. Para efectos de la presente
investigación se contrastarán los resultados con estas
dimensiones, las que permitirán comprender las percepciones
del clima organizacional después de las evaluaciones del
CEAACES. El instrumento CLIOUNing también fue utilizado
por Brito Rivas y Jiménez Barrios (2008), quienes también
https://doi.org/10.5281/zenodo.5899756
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