South American Research Journal, 4(2), 45-55
https://www.sa-rj.net//index.php/sarj/article/view/62
ISSN 2806-5638
superar esta barrera, se han desarrollado tecnologías
expansión debido a su legalización en aplicaciones
terapéuticas y cosméticas en 2019, pero con regulaciones
específicas sobre la concentración máxima permitida
(Malabadi et al., 2023).
avanzadas
como
nanoemulsiones,
liposomas
y
nanopartículas poliméricas, que han demostrado mejorar
significativamente su biodisponibilidad (Ferreira et al.,
2
023; Tijani et al., 2021). En particular, el uso de
En Estados Unidos y Canadá, el mercado del CBD
está altamente desarrollado, con regulaciones que permiten
su uso en productos cosméticos siempre que el contenido
de THC no supere el 0.3% en EE.UU. y el 0.5% en ciertas
provincias de Canadá (Fitzcharles et al., 2023). No
obstante, en algunos estados de EE.UU., el cáñamo puede
contener hasta 0.5% de THC, lo que genera variaciones en
las normativas estatales (Malabadi et al., 2023). En
México, a pesar de la aprobación del uso medicinal del
cannabis, persisten dificultades en la regulación y acceso
a productos con CBD, lo que afecta a miles de pacientes
(Becerril y Rubio, 2021).
Uno de los principales desafíos regulatorios a nivel
global es la falta de estandarización en la formulación y
concentración de cannabinoides en productos cosméticos,
así como la disparidad en las regulaciones entre distintas
regiones (Sarkar y Sadhukhan, 2023; Gomes, 2021). En la
Comunidad Andina, por ejemplo, los cosméticos a base de
CBD deben cumplir con la Decisión 833 de 2018, que
exige una notificación sanitaria obligatoria para su
comercialización (Giraldo Rojas et al., 2022). En España,
la regulación sigue estrictamente la Convención Única de
1961, aunque recientemente se han aprobado cambios en
la clasificación del cannabis dentro de las listas de
estupefacientes (Guillén Navarro, 2024).
ethosomas incrementó la penetración del CBD hasta cinco
veces más en comparación con una formulación estándar
(
Tijani et al., 2021). Además, la aplicación de transporte
activo con iontoforesis logró aumentar la absorción
cutánea en 3.2 veces más que los métodos convencionales
(
Tijani et al., 2021).
A su vez, los datos de la Tabla 6 muestran que el CBD
tiene un impacto significativo en la dermatología,
destacándose en su efecto antiinflamatorio (50.57% en
promedio) y cicatrizante (73.43% en promedio), lo que
sugiere su potencial en el tratamiento de afecciones
cutáneas inflamatorias y en la regeneración de la piel. Su
capacidad sebostática y antipruriginosa es moderada, pero
consistente, lo que refuerza su utilidad en el manejo del
acné y otras patologías asociadas a la disfunción de la
barrera cutánea. La actividad antimicrobiana
y la
fotoprotección presentan valores más variables, indicando
que su eficacia depende en gran medida de la formulación
utilizada. En general, estos resultados confirman que el
CBD posee propiedades beneficiosas en dermatología,
aunque su efectividad puede estar condicionada por la
concentración, el vehículo de aplicación y la sinergia con
otros compuestos activos.
Regulación y mercado del CBD en la industria
cosmética y dermatológica
El mercado también enfrenta restricciones en la
publicidad y comercialización digital. Google y Facebook
han impuesto restricciones a la publicidad de productos
con CBD, lo que ha obligado a las empresas a utilizar
estrategias de marketing de contenido e influencia
(Valdivieso-Bonilla y Jiménez-Sacoto, 2024). Además,
muchos productos de CBD de venta libre presentan
problemas de calidad, con discrepancias entre las
concentraciones reales y las etiquetadas, así como riesgos
de contaminación con metales pesados, pesticidas y THC
(Fitzcharles et al., 2023).
Las oportunidades de mercado para los productos
cosméticos con CBD son significativas, pero su
crecimiento depende de la adaptación de los marcos
regulatorios y la garantía de calidad en las formulaciones
(Hussain et al., 2024). En Colombia, aunque la legislación
permite la producción y comercialización de cannabis
medicinal desde 2017, solo un medicamento a base de
cannabis (Sativex®) ha sido aprobado en el país
(Ledezma-Morales et al., 2020). En el contexto global, la
regulación del THC en productos derivados del cáñamo
sigue siendo un tema de debate, con países como la
República Checa y Zimbabue proponiendo límites más
altos de hasta 1% de THC (Gómez Díaz, 2024).
El mercado del CBD en la industria cosmética y
dermatológica ha experimentado un crecimiento acelerado
en los últimos años, con proyecciones que indican que
alcanzará los 3.5 mil millones de dólares para 2026, con
una tasa de crecimiento anual del 25% (Basit et al., 2024;
Sarkar y Sadhukhan, 2023). Este crecimiento se debe a la
creciente demanda de productos naturales con propiedades
terapéuticas, así como a la evolución del marco regulatorio
en distintas regiones (ver Tabla 7).
En la Unión Europea, los extractos de cáñamo con
menos de 0.3% de tetrahidrocannabinol (THC) son
permitidos en cosmética (Žugić et al., 2024). No obstante,
existen disparidades regulatorias dentro de la región, ya
que algunos países han adoptado normativas más
restrictivas en cuanto a la comercialización de productos
con CBD, lo que dificulta la estandarización de su uso en
la industria (Mišič Jančar et al., 2024). En América Latina,
países como Paraguay, Uruguay, Ecuador, Chile y
Colombia han impulsado la producción y comercialización
de productos con CBD, aunque con regulaciones que
varían en función de cada jurisdicción (Varela et al., 2023).
En India, el cultivo de Cannabis sativa sigue
restringido bajo la Ley de Drogas Narcóticas y Sustancias
Psicotrópicas de 1985, aunque la Food Safety and
Standards Authority of India (FSSAI) permite la venta de
aceite de semilla de cáñamo y harina de cáñamo como
alimentos desde 2021 (Malabadi et al., 2023). Sin
embargo, la comercialización de productos con CBD sigue
estando limitada a ensayos clínicos y usos estrictamente
El mercado de cosméticos a base de CBD continúa
expandiéndose, con un crecimiento significativo en
América del Norte y Europa, mientras que en regiones
como América Latina y Asia, la regulación sigue en
desarrollo. En Argentina, solo el 20% de los consumidores
de cannabis acceden al mercado legal, mientras que en
Canadá, el 40% de los usuarios sigue comprando en el
mercado negro debido a los altos impuestos y regulaciones
restrictivas (López et al., 2020). La consolidación de este
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