South American Research Journal, 3(1), 31-36  
https://www.sa-rj.net/index.php/sarj/article/view/35  
INTRODUCCIÓN  
De la idea a la palabra: El encuentro de  
un escultor con cinco cuentistas  
La escultura constituye una herramienta poderosa para  
conservar y promocionar la memoria. Con excepción de  
Malraux (1992), la mayoría de los seres humanos evocamos  
nuestra infancia con mucha vehemencia. ¿Pero qué es lo que  
evocamos de ella? ¿Será la grandeza, la virtud, el amor, la  
fraternidad, etc. que el escultor intenta presentar en sus  
alegorías? (Herder, 2011). Para analizar estas alegorías y sus  
significados, es importante abordar esta situación desde la  
psicología, la pedagogía y la estética.  
From Idea to Word: A sculptor's encounter  
with five storytellers  
Geovanny Calle-Bustos1  
1
Universidad de Cuenca, Av. 12 de Octubre, Facultad de Artes,  
Campus Yanuncay, Cuenca, Ecuador  
Recuerdos de la infancia  
Correspondencia: geovanny.calle77@ucuenca.edu.ec  
Por un lado, existe la visión psicoanalítica que sostiene  
que todo recuerdo puede encubrir algo y que organizamos  
nuestra infancia con recuerdos falsos, negaciones, olvidos,  
etc. Según esta perspectiva, nuestra mente dirige nuestra  
memoria. Por otro lado, desde la perspectiva cognitivista, se  
explica que la memoria no encubre, sino que es una actividad  
constructiva que se produce en la mente del individuo. Freud  
Recepción: 1 mayo de 2023 - Aceptación: 9 de junio de 2023 - Publicación:  
9
de junio de 2023.  
RESUMEN  
Tradicionalmente, la investigación escultórica se centra  
en la interpretación de obras de otros artistas. En este caso se  
combina la creación artística de un escultor con el trabajo  
literario de cinco cuentistas. Para ello, el escultor, autor del  
presente artículo, creó una serie de estatuillas de pequeño  
formato a partir de láminas de metal recortado, repujado,  
cincelado y soldado. Estas estatuillas evocaban la infancia del  
autor, que estaba arraigada en las costumbres y tradiciones de  
los juegos infantiles en el contexto azuayo. Para obtener  
impresiones de otros artistas, solicitó a los escritores la  
creación de un cuento breve sobre lo que les inspiraba de las  
esculturas. El diseño de investigación adoptado fue de  
carácter interpretativo autobiográfico. Los resultados  
muestran ciertas similitudes simbólicas en todas las  
esculturas. Sin embargo, se observa que la libertad creativa  
de cada narrador (en dos casos) se apega a la idea original; en  
otro caso existe cierta similitud con la idea original, y en otros  
dos casos se encontró cierto distanciamiento con la idea que  
originalmente tenía el escultor.  
(
2011) sostuvo que nuestros recuerdos de la infancia están  
entremezclados con la fantasía y que no recordamos  
propiamente, sino que tenemos recuerdos relacionados con  
ella (Freud, 2015). Cuando recordamos a nuestra madre o  
nuestro primer amor, nos identificamos con ella y la tomamos  
como modelo. La represión de estos recuerdos puede  
hacernos fieles a ellos durante toda nuestra vida. Por esta  
razón, se dice que Da Vinci retrató la sonrisa que vio en su  
madre cuando era niño en la Gioconda.  
Por otro lado, Piaget e Inhelder (2015) identificaron tres  
tipos de memoria: el reconocimiento, que implica la  
asimilación de objetos a través de los sentidos; la  
reconstrucción, que es la creación de un objeto en nuestra  
mente en ausencia de un modelo o experiencia; y la  
evocación, que es la representación de imágenes o palabras  
de un contenido.  
La memoria no es instantánea ni pura, y podemos  
recordar cosas que no han ocurrido o que hemos entendido  
mal. La memoria también cambia en función de nuestros  
recuerdos y conocimientos previos. Por lo tanto, la memoria  
afecta el contenido de nuestra realidad.  
Palabras clave: escultura infantil, interpretación,  
narración, juego infantil  
ABSTRACT  
Por lo que se puede ver, nuestra memoria de la infancia  
no es perfecta, pero el recuerdo de ella conforma un baluarte  
para la felicidad humana. Nos gusta la infancia porque gracias  
a ella, alguna vez fuimos mucho menos realistas, más  
idealistas y soñadores que de adultos. En una analogía,  
podríamos comparar el mundo perfecto de Leibniz (1981) con  
la memoria de nuestra infancia, mientras que la edad adulta  
se parece mucho más a la parodia que Voltaire (2019) hizo de  
ese mundo perfecto. Nuestra felicidad se ve reflejada cuando  
brevemente podemos recuperar nuestra infancia, dice Savater  
Traditionally, sculptural research focuses on the  
interpretation of works by other artists. In this case, the  
artistic creation of a sculptor is combined with the artistic  
creation of five storytellers. To this end, the sculptor, the  
author of this article, created a series of small-format  
statuettes from sheets of cut, embossed, chiseled, and welded  
metal. These statuettes evoked the sculptor's childhood,  
which was rooted in the customs and traditions of children's  
games in the Azuayan context. To compare the ideas of other  
artists, he asked the storytellers to write a short story about  
what inspired them about the sculptures. The research design  
adopted was of an autobiographical interpretive nature. The  
results show certain symbolic similarities in all the sculptures.  
However, it is observed that the creative freedom of each  
narrator, in two cases, sticks to the original idea, in another  
case there is a certain similarity with the original idea, and in  
two other cases a certain distance from the original idea of the  
sculptor was found.  
(
2010). Para él, un libro de los recuerdos nunca puede ser un  
tratado científico, sino un souvenir. Hacer cosas que nos  
gustaban hacer cuando éramos niños, ver las series de  
televisión o releer las historietas que nos fascinaban cuando  
éramos niños son algunas maneras de lograrlo.  
Un aspecto crucial en los niños es su capacidad  
descubridora. Esa búsqueda inventiva y creadora de mundos,  
cuando logra expresarse y materializarse a través del juego,  
vuelve real a la fantasía (Rodari, 1999). Sin embargo, el  
juego, la fantasía, la creatividad, etc., de forma individual  
tienen un alcance limitado. Los niños aprenden más y logran  
Keywords:  
children's  
sculpture,  
interpretation,  
narration, children's play  
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una mejor convivencia colectiva, más sana y solidaria, si  
interactúan entre ellos o con los adultos (Vygotsky, 2006).  
para endurecerse y posteriormente templar cualquier  
herramienta. Desde el arado a la espada. Quien tuvo el  
hierro tuvo el poder para conquistar y someter a otros  
pueblos. (González, 2002, p. 59)  
Representación de la infancia  
Una de las batallas entre dorios y aqueos que canta el  
poeta Homero muestra una guerra entre dos metales en la  
famosa Guerra de Troya: el hierro y el bronce. Sin embargo,  
los escultores no han dado al hierro el reconocimiento que  
merece como sí lo han hecho con la piedra, el bronce y la  
madera. Para que el hierro (conocido por algunos como hierro  
dulce) llegue a ser considerado un "material noble", tuvieron  
que pasar casi tres mil años, hasta comienzos del siglo XX  
(González, 2002).  
Uno de los primeros artistas que combinaron hierro y  
latón fue Casimir Medunetsky (1899-1935), pero su obra fue  
reconocida como un modelo más cercano a la ingeniería que  
al arte escultórico (Mack, 2001). Por ello, varios autores  
destacan el papel de Julio González (1876-1942), quien  
desarrolló esta técnica a partir de los años treinta del siglo  
XX, a él se le atribuye haber refundado la disciplina  
escultórica en hierro, convirtiéndola en un arte del siglo XX  
(Maderuelo, 2012, p. 63). No ha faltado quien lo llamara el  
padre de la escultura en hierro contemporánea (Vicario,  
1997).  
González, aparte de fundir metal, perfeccionó la técnica  
de hacer esculturas estables mediante la soldadura directa de  
hojas y barras de metal, un estilo mucho más versátil, aunque  
algo más frágil, lo que llegó a denominarse como escultura  
"directamente en metal". Esto supone un avance hacia lo que  
este artista consideraba el camino "hacia el dibujo en el  
espacio" (Krauss, 2002). Picasso fue amigo de González y  
empleó una técnica similar para crear esculturas como  
"Cabeza de mujer".  
Un referente cercano es el trabajo desarrollado por  
Milton Barragán, el ecuatoriano que a fines de los años 70  
incursionó en la escultura en metal, material al que dedicó dos  
décadas de su vida (Barragán, 2005). Sus obras se combinan  
con la arquitectura y son consideradas de gran belleza plástica  
dentro de la corriente brutalista (Casado López, 2019). Las  
obras de Barragán muestran un manejo formidable de  
motivos figurativos y abstractos trabajados con soldadura  
eléctrica (Barragán, 2020). Es un referente porque, como  
señala Siguenza (2011), "su técnica tiene como elementos  
fundamentales el acero y la soldadura" (párr. 5).  
El pedagogo del arte Arno Stern (1924) señala que las  
habilidades de los artistas tienen mucho de la huella infantil,  
por lo que muchas de las creaciones relacionadas con la  
infancia recurren de forma periódica  
representaciones, incluyendo los rituales de la infancia (Stern  
Honegger, 2011). Sin embargo, al revisar la historia, se  
a
varias  
&
puede observar que el arte que simboliza a los niños no estaba  
bien representado en la antigüedad, ya que el canon de belleza  
se centraba particularmente en el efebo, el adulto, el  
poderoso, el valiente, entre otros aspectos que resaltaban la  
virtud y la nobleza propias de la antigüedad (Torre et al.,  
2
016). En el siglo XVII, el pintor español de arte religioso  
Bartolomé Esteban Murillo produjo una cantidad  
considerable de pinturas de niños de su época. Estos retratos,  
vivos y realistas, constituyen uno de los primeros registros  
extensos y atractivos de la vida cotidiana infantil (Valdivieso  
y Murillo, 2010).  
Uno de los escultores más destacados en el mundo  
infantil es Efraïm Rodriguez. Su trabajo a menudo se centra  
en el mundo de los bebés o niños, que son representados en  
actitudes espirituales, físicas o intelectuales, pero en todas  
ellas se advierte una estética onírica. Todo su trabajo es de  
tamaño natural, una escala que, en este contexto, enfatiza lo  
surrealista. "Para mí", dice Efraïm Rodriguez, "la escultura es  
una reconstrucción del mundo. Siempre construyo mis  
esculturas en tamaño real: el referente, la escultura y el  
espectador viven en el mismo lugar y respiran el mismo aire"  
(
Catren, 2017).  
Por su parte, el arte surrealista neogótico infantil ha sido  
explotado por la industria del cine, particularmente por Tim  
Burton, quien en películas como Frankenweenie muestra su  
lado más tierno pero a la vez oscuro (Burton, 2005;  
McMahon, 2014). Un referente que deja entre paréntesis lo  
fantástico y se adentra en la psicología infantil y la difícil  
relación que ésta tiene con el mundo de los adultos se aprecia  
en el trabajo de Gehard Demetz, cuyas esculturas presentan a  
niños con aspectos gélidos, cercanos al terror (Sacaluga,  
2
014).  
La escultura en metal  
No obstante, la escultura infantil en metal era  
desconocida hasta que el argentino Guillermo Rigattieri  
(2020) empezó a esculpir en hierro y latón. Este autor ha  
desarrollado una estética fantástica creando pequeñas  
esculturas de niños que juegan, van a la escuela, sueñan, etc.,  
conservando su candidez. En la mayoría de sus obras, se  
advierte un estilo surrealista.  
La escultura en metal no es nueva si consideramos las  
obras que se empezaron a realizar a lo largo de la evolución  
humana como reemplazo de las herramientas de piedra. Si  
bien la creación escultórica en piedra es mucho más antigua,  
con la llegada del metal se pudieron crear utensilios como  
raspadores, hachas y cuchillos, pero la contribución más  
importante para el arte fue la creación del cincel de hierro  
como herramienta fundamental para la escultura. No debemos  
olvidar que:  
Su obra es fascinante y lúdica, nos invita a participar  
de un mundo donde se relacionan distintas temáticas.  
Niños, animales, barcos que naufragan en el aire, seres  
imposibles, máquinas, éxodos, artefactos voladores,  
bestias, música, juegos y humor son algunos de los  
elementos que se combinan para dar nacimiento a un  
universo de fantasía único. (Nafissi, 2012, párr. 2)  
Durante mucho tiempo, el hierro se presentó como un  
metal inútil. Ya conocido en la prehistoria, en su  
versión meteorítica, era una rareza de coleccionista,  
pero sin utilidad práctica. La razón estaba en las altas  
temperaturas requeridas para su fusión y en el  
resultado quebradizo que de ello se obtenía. Un pueblo  
de oriente próximo aprendió a forjarlo y la forja dotó  
al hierro de los suficientes cristales de carbono como  
Aunque no cuenta con una serie dedicada  
específicamente a los niños o a la infancia, muchas de sus  
obras son un referente en el manejo alegórico de los sueños y  
juegos de la niñez. Su estilo de soldar piezas de metal, el  
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pulido y el barnizado son comunes en la escultura en metal  
contemporánea.  
ensambló cada escultura en una base de madera de pino. En  
total, se crearon quince esculturas.  
En los resultados se presentan planos de detalle de la  
escultura lograda después de todo el proceso creativo. A cada  
una se le acompaña una descripción del proceso creativo, así  
como una interpretación alegórica del contenido en el  
contexto cultural del autor. Para tener una aproximación más  
objetiva, el autor interpreta a partir del imaginario recreado  
por siete autores de cuentos infantiles que vieron las  
esculturas y escribieron un relato sobre ellas. Como bien  
señala Eco (2013), la interpretación pretende ser aceptada por  
una comunidad. Es decir, no se trata de un esfuerzo antojadizo  
del autor, sino que su interpretación es producto del esfuerzo  
por encontrar lugares comunes y consensos en la comunidad,  
más allá de que se repita de forma manida que no hay acuerdo  
en la interpretación del arte.  
Los propósitos de la investigación  
Es en este marco en el que se ha considerado oportuno  
plantear la pregunta de si es posible crear una serie de  
esculturas infantiles dedicadas exclusivamente a explorar las  
evocaciones de la infancia que surjan de las experiencias  
propias del autor. Además, su contexto cultural le da una  
mirada antropológica y narrativa a lo que el escultor crea. ¿Es  
posible recrear en metal el fabuloso mundo del juego infantil?  
Se trata de un desafío que se puede conceptualizar en bocetos  
y, posteriormente, darle forma en el metal.  
MATERIALES Y MÉTODOS  
Por último, se discuten los hallazgos fruto del proceso  
creativo. Parte del proceso interpretativo es precisamente el  
contraste entre la idea original del escultor y la idea que  
adopta el narrador a partir de la estatuilla recreada.  
Se adopta el enfoque cualitativo con un diseño de  
investigación interpretativo autobiográfico, que combina  
memorias de la infancia del escultor recreadas en estatuillas  
con el aporte de cuentistas que contribuyeron a una recreación  
narrativa libre.  
RESULTADOS Y DISCUSIÓN  
La inspiración del artista surge de sus recuerdos de  
infancia, que habían estado presentes en obras aisladas, pero  
que se despertaron de golpe con la experiencia de ser padre y  
ver crecer a sus hijos. Anteriormente, las inquietudes estéticas  
del artista se centraban en un mundo fantástico futurista y  
posapocalíptico (Reyes y Calle, 2018), la deconstrucción de  
los sentidos (Calle, 2017), esculturas en metal, cerámica,  
resinas y rakú (Rojas et al., 2019), así como ilustraciones  
fantásticas para publicaciones (Cabrera y Cabrera, 2018;  
Calle y Rojas, 2018). En definitiva, su mundo se componía de  
seres grotescos, estilizados y extraños que estaban en el  
umbral de lo real e imaginario.  
Existen diversas líneas estéticas desarrolladas por  
escritores en torno a las esculturas. Algunas tienen que ver  
con la naturaleza, otras con el juego entre niños, y otras con  
la relación que estos tienen con los adultos. Pese a que son  
generaciones muy distantes, los abuelos y los nietos suelen  
gozar de mucha armonía y camaradería.  
En el imaginario de la familia tradicional, la relación  
entre niños y abuelos suele ser una cuestión de fines de  
semana y eventos especiales, en  
los que las familias se visitan y  
disfrutan mutuamente. Al  
No obstante, en esta ocasión el artista incursiona en la  
creación de esculturas infantiles. Sin borrar del todo su  
pasado fantástico de creación con texturas bien estilizadas, se  
abre paso a un nuevo tipo de expresión en el que el elemento  
principal es la sorpresa. De este modo, se trastoca la  
psicología decadente e impasible de los monstruos adultos  
para situarse en una psicología más vitalista y esperanzadora  
que se advierte en los niños, una que apenas había empezado  
a explorar en la ilustración juvenil del Bestiario Amazónico  
menos así lo creen Minuchin y  
Fishman  
(1984)  
cuando  
estudian los ciclos de las  
familias. Sin embargo, esto no  
se aplica a la realidad local en  
Cuenca. Miles de niños se  
quedaron al cuidado de sus  
abuelos después de que sus  
padres emigraran a Estados  
Unidos y España debido a la  
crisis suscitada por el Feriado  
(
Cabrera y Cabrera, 2018). Este cambio corresponde a la  
vivencia íntima de ser padre. A través de sus hijos, el autor  
refleja de nuevo su propia infancia, sueña con ser un niño  
héroe, pintar la luna, jugar con un trompo, volar una cometa,  
caminar con zancos de tarros viejos, viajar imaginariamente  
en un barco por el río, volar nuevamente un avión de papel,  
rescatar peces prisioneros y, en definitiva, vivir al máximo la  
aventura de la vida, pero también con el temor y la frustración  
al enfrentar el mundo de los adultos.  
Con respecto a la técnica de escultura, en este caso, se  
trabajó con planchas metálicas en las que se dibujaron piezas  
extraídas de los bocetos. Estas fueron recortadas y luego cada  
una recibió un tratamiento con repujado y cincelado.  
Posteriormente, estas piezas fueron soldadas para dar forma a  
la escultura. Una vez que se tenía la composición en el metal,  
se procedió a pulir y rescatar algunas texturas importantes  
para la estética. Después, se realizó un tratamiento con  
químicos antioxidantes para evitar la corrosión del material.  
Finalmente, se aplicó una pátina transparente de barniz y se  
Figura 1  
Bancario de 1999. Esta situación  
modificó radicalmente la  
estructura familiar, y una gran  
cantidad de niños, hijos de  
migrantes, no crecieron con sus  
padres sino con sus abuelos, por  
lo que el rol de los abuelos  
terminó por convertirse en el rol  
de los padres (Fresneda, 2001;  
Pedone, 2008; Pérez y Neira,  
2017). Dos autores vieron en las  
esculturas a niños que vivían  
esta realidad. La escultura  
"Tebo" (Figuras 1 y 2), en la que  
Figura 2  
originalmente  
el  
escultor  
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buscaba representar a un niño que protegía a un osito de los  
peligros del mundo, implica precisamente la relación del niño  
con su abuela, a quien va a buscar al hospital, y de pronto  
encuentra a un oso de peluche abandonado. La metáfora del  
abandono del oso se subsana con el cariño y la camaradería  
de estos tres personajes en un cuento fantástico.  
La idea del abandono también  
ambulante al que imaginaba en sus garabatos y que de pronto  
descubre que existe en la vida real. Esto le abre posibilidades  
para adquirir algunos trucos que le permiten lidiar con los  
convencionalismos preestablecidos y hacer su vida más  
amena.  
La herramienta psicodramática del payaso fomenta la  
improvisación, la comunicación, el juego y la interacción, lo  
que pone en entredicho las dinámicas socialmente  
preestablecidas (Blanco, 2016). La niña recrea en su mente y  
luego en un papel a un amigo imaginario, un payaso, a partir  
de una palabra que escuchó. Quién se hubiera imaginado que  
un día ese payaso llegaría al pueblo. Esta es una historia  
inspirada en hechos reales que dieron lugar a un encuentro  
formidable entre dos personajes espectaculares, una historia  
que inspira amor filial.  
La evocación original del escultor tiene una divergencia  
con la historia que se presenta en esta obra de arte. La figura  
del payaso en la escultura refleja la realidad de los niños  
trabajadores en las calles, mientras que en la historia se utiliza  
como una herramienta psicodramática para ayudar a una niña  
autista a lidiar con los convencionalismos preestablecidos.  
Aunque algunos autores remontan el origen de los  
cuentos de hadas miles de años  
se refleja en la escultura "Tobías"  
(
Figura 3), en la que el escultor  
evocaba su deseo de volar cuando  
era niño, pero también la figura del  
niño canillita, el repartidor de  
periódicos. En ella, un niño se  
enfrenta al malgenio de un abuelo  
ermitaño. Conmovido por la tristeza  
del niño, el viejo toma la iniciativa  
de jugar con aviones de papel. Al  
niño no lo persuaden las palabras  
sino el vuelo de los avioncitos que  
pronto atraerá a nuevos amigos. En  
Figura 3  
la historia de Tebo, las interpretaciones coinciden plenamente  
entre el escultor y el narrador, mientras que en la de Tobías la  
historia tiene una evocación que no es la misma.  
La escultura en la que dos niños se encuentran en un  
bote, el mayor remando y el menor con un telescopio (Figura  
atrás (Tehrani, 2013), la mayoría  
de estudiosos advierte su apogeo  
4
), inspiró una historia  
en los cuentos basados en el  
enternecedora según la cual  
estos niños pierden a su  
padre y se aventuran a  
buscarlo. Más allá de la  
búsqueda misma de un  
padre al que prácticamente  
desconocen, la historia  
presenta la camaradería  
entre dos niños que,  
folclore europeo a partir de las  
últimas décadas del siglo XVII,  
época en la que destacaron  
autores como Perrault y los  
Hermanos Grimm. Actualmente,  
se consideran los cuentos de  
hadas como un género literario  
muy desarrollado especialmente  
en Europa, continente en el que  
equipados  
imaginación  
con  
más  
que  
los niños crecían con estas  
historias (Cook, 1976). Uno de  
los autores que participó en este  
Figura 6  
provisiones, se echan al mar  
para alcanzar la estrella de  
su padre e intentar verlo en  
ella. Lo que descubren es  
algo impresionante, algo que  
le devuelve al lector la  
proyecto es precisamente un europeo, quien encontró que la  
escultura de la cometa infantil (Figura 6. Cometa en la que el  
escultor evoca su feliz infancia volando cometas con sus  
hermanos y que actualmente cultiva esta tradición en sus hijos  
y sobrinos) no solo representa a un niño feliz haciéndola  
volar, sino también a dos personajes traviesos de las historias  
que escuchó cuando era niño. En esta historia, dos hadas  
cómplices hurtan una cometa y en su travesura sufren un  
malentendido que da lugar a una conversación muy graciosa  
en la que una propina y recibe los insultos de la otra. La  
cometa está a punto de escapárseles, pero las dos hadas  
graciosas no paran de decirse barbaridades sin que ello afecte  
la ternura de esta historia. No obstante, en este caso, tampoco  
se advierte una coincidencia plena entre el escultor y el  
narrador.  
Figura 4  
inocencia de ser niños y la esperanza de volver a ver a los  
seres que ya han partido. La narración se inclina hacia una  
construcción metafórica con la cual se esquiva el sentido  
literal de lo que un adulto podría creer que ocurre en el mundo  
de los niños (Marcos, 1995). La interpretación del escultor y  
del narrador en este caso es similar.  
La escultura del payaso haciendo malabares en el  
monociclo (Figura 5, Psicopayaso) retrata el papel de los  
niños que trabajan en las calles  
para ganarse el pan. Esta obra de  
arte inspiró una historia muy  
peculiar en la que una niña autista  
es la protagonista. Este trastorno  
En definitiva, la idea original del escultor, al ser puesta  
en manos de los creadores literarios, coincide plenamente en  
dos casos; sin embargo, en los otros tres, ha sido trastocada  
de diversas formas. Originalmente, el autor se proponía  
realizar una evocación de su infancia respetando la tradición  
y el folclore azuayo, lo cual intentaba reflejar en su estilo  
escultórico.  
neurológico  
tiene  
efectos  
devastadores no solo en ella, sino  
también en el sistema familiar  
que con amor se adapta a una  
nueva vida. En la historia, la niña  
logra interactuar con su padre y Figura 5  
con un personaje de un circo  
Toda esta subjetividad de mi infancia la represento  
en esculturas de mediano formato con el duro y frio  
metal, donde se genera una paradoja, frente a la  
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composición y canon de un niño que refleja lo más  
suave y dulce, intento vivir como un herrero curtido  
por la forja. Pero no un herrero cualquiera, sino uno  
con un corazón que palpita como un niño, un niño de  
Cabrera, M. y Cabrera, P. (2018). Bestiario Amazónico. Cabrera y  
Andrade Editores.  
Calle, G. (2017). La deconstrucción de los sentidos en la percepción  
del arte, estudio de la deconstrucción para una propuesta  
plástica.  
Revista  
Pucara,  
28,  
145-158.  
4
3 años. (Diario de campo del autor)  
https://publicaciones.ucuenca.edu.ec/ojs/index.php/pucar  
a/article/view/2638  
En el caso de los tres autores que echaron a volar su  
imaginación, se advierte cierta cercanía con la idea de la  
escultura de Tobías, pero en los casos del Payaso y la Cometa,  
se advierte cierta distancia con las ideas originales del autor.  
Evidentemente, desde una perspectiva antropológica, hubiera  
habido una lectura posiblemente más fiel al simbolismo que  
guarda la creación en metal. Sin embargo, desde el punto de  
vista narrativo, existe una apertura tal en la que el autor actúa  
como artista y no como científico. Como señala García  
Márquez (2011), “La vida no es la que uno vivió, sino la que  
recuerda y cómo la recuerda para contarla”. A partir de una  
escultura, el nuevo artista no realiza necesariamente un  
proceso de interpretación de lo que quiere transmitir el  
escultor, sino que reinterpreta con su propia imaginación  
aquello que él recuerda y lo acomoda en forma de narración  
para darle vida a una escultura. Aquello que Barthes (1968)  
decía para la literatura, que la muerte del autor provoca el  
nacimiento del lector, es evidente, aunque en este caso, podría  
parafrasearse para decir que la muerte del escultor provoca el  
nacimiento del narrador.  
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A pesar de lo señalado, en todos los casos se advierten  
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de alegrías, sueños y fantasías, el auténtico hallazgo de la  
felicidad.  
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CONCLUSIÓN  
El presente trabajo propone una interpretación a dos  
voces sobre estatuillas de niños confeccionadas con metal  
repujado, cincelado y soldado. El escultor actúa como  
investigador e intérprete del mundo infantil fantástico. Sin  
embargo, para ofrecer una interpretación más objetiva, pone  
las esculturas en manos de narradores para que ellos realicen  
sus propias interpretaciones simbólicas y den lugar a una  
historia. Si bien es cierto que los autores tienen una visión  
menos folclórica y antropológica que el escultor, en todas las  
esculturas se advierten elementos comunes que muestran que  
los artistas beben de una misma fuente: la aventura de haber  
sido niños. Futuros estudios podrían considerar la voz del  
antropólogo en el proceso interpretativo de la escultura.  
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