South American Research Journal, 2(2), 11-18
https://www.sa-rj.net/index.php/sarj/article/view/23
ISSN 2806-5638
En tal sentido, en el grupo evaluado se advierte una
tendencia hacia una puntuación baja y media, mientras que, en
la población española la tendencia es hacia una puntuación
alta. Sin embargo, no se puede generalizar los resultados a toda
la población ecuatoriana pues se ha trabajado con un grupo
poblacional de una escuela a la que asisten niños que tienen
muchas carencias económicas, afectivas, sociales, etc. La
explicación de este hecho la ofrecen los autores del test
a un contexto específico (el cantón Azogues), o pueden
generalizarse.
En cuanto a la relación existente entre el nivel de
creatividad y el comportamiento de los estudiantes, los
resultados de la prueba evidenciaron que existe una
correlación positiva significativa baja entre ambas variables.
Es decir, quienes alcanzaron un nivel de creatividad alto
presentan comportamientos que son considerados poco
satisfactorios y mejorables. Tales resultados le otorgan validez
experiencial a las reflexiones de Corbalán y Limiñana (2010),
respecto a que la creatividad ha sido, por lo regular,
relacionada a problemas de conducta.
(
Corbalán et al., 2003), quienes sostienen que el objetivo del
test no es medir la creatividad en los niveles más bajos sino
distinguir la alta creatividad.
En efecto, el Test CREA está “diseñado para evaluar una
variable cuya significación específica se encuentra en su
extremo superior. Es por ello posible que presente un cierto
efecto suelo, no resultando igualmente significativas las
interpretaciones aplicadas a los sujetos con una puntuación
baja” (Corbalán et al., 2003, p. 63). Sin embargo, esto no
quiere decir que la escala no sea válida o fiable, sino que existe
un grado de imprecisión en las puntuaciones por las múltiples
causas que intervienen en estas. Por tal motivo, se recomienda
que ante las puntuaciones bajas se busque una mejor
explicación del significado en cada participante (Corbalán
et al., 2003).
Lo anterior lleva
a
considerar aquella mirada
institucional –que ha llegado a constituirse en una perspectiva
generalizada de los docentes respecto al comportamiento
estudiantil–, que considera que un buen comportamiento es
característico de aquellos estudiantes callados que siguen
instrucciones, que cumplen sus tareas y que se mantienen
siempre acordes a las normas establecidas por la institución;
mientras que aquel alumno que manifiesta desacuerdos e
inconformidad, y que dirige sus críticas hacia lo establecido y
que le gusta expresar su posición ante diversas situaciones, se
halla en desventaja frente a la autoridad, por lo que es
considerado como un alumno de comportamiento inadecuado.
Sin embargo, los resultados del presente estudio permiten
establecer que es entre esos estudiantes donde los docentes
pueden identificar a los más creativos y, por ende,
implementar estrategias que potencialicen aquellas destrezas.
En este punto, resulta pertinente referir a Neihart et al.
(2002) y su trabajo con niños con superdotación; este
investigador encontró que en algunas ocasiones la creatividad
estaba asociada al comportamiento delictivo. Sin embargo,
varios estudios han aclarado que no es necesariamente el
intelecto superior, sino particularmente la creatividad, lo que
se evidencia al interior del comportamiento delictivo infantil.
A su vez, y como planteaban Kubina et al. (2006), el mayor o
menor papel que desempeñan las variables propias del
comportamiento creativo, dependerán del contexto en el que
se desenvuelven los niños, pues, en muchos casos, estos
tienden a imitar los comportamientos antisociales y de desafío
a la autoridad de sus pares, en lugar del comportamiento social
estándar (Kubina et al., 2006).
Es necesario aclarar también que, según Corbalán et al.
(
2003), “el constructo al que el CREA hace alusión no es de
tipo bipolar, sino unidimensional positivo, por lo que está
especialmente indicado para la discriminación de sujetos con
una elevada presencia de la variable, condición que comporta
una interpretación precisa” (p. 63). De este modo, es de
esperarse que pocos estudiantes sean quienes alcancen altas
puntuaciones en el Test CREA, y que no haya mucha precisión
en los resultados de los estudiantes que obtuvieron una
puntuación baja.
A su vez, no se pudo comprobar correlación significativa
entre los niveles de creatividad y el rendimiento académico de
los estudiantes. Estos hallazgos concuerdan con aquellos
estudios que establecieron la ausencia de correlación entre la
creatividad y rendimiento académico; por ejemplo, los
trabajos de Cárdenas et al. (2018), Miranda et al. (2012) y
Corbalán et al. (2003), desarrollados en el contexto
colombiano el primero y en el español los dos últimos, y que,
en líneas generales, concluyen que la creatividad no se
relaciona de manera exclusiva con los resultados obtenidos por
los estudiantes.
En conclusión, no se puede generalizar la conducta
inadecuada como predictor de creatividad, pues como se
manifestó en un principio, la correlación encontrada es baja;
más bien, existen otros elementos causales que podrían
explicar lo que ocurre en los niños con comportamiento
creativo. Tal como se indicó: el contexto y la permanencia del
modelo tradicionalista en la educación es lo que debe ser
cuestionado y analizado a profundidad (Chávez-Eakle, 2010;
Chávez-Eakle y Cruz- Fuentes, 2012).
En tal sentido, estos resultados contradicen la idea
generalizada, según la cual, el estudiante con un alto puntaje
académico es siempre el más creativo, al igual que el
estudiante con un bajo rendimiento académico es el menos
creativo y como consecuencia de esta percepción equivocada
se limita este potencial humano y su adecuado desarrollo desde
las aulas escolares.
Sin embargo, es importante señalar que los resultados
obtenidos en el presente estudio contradicen lo evidenciado en
una gran cantidad de investigaciones recientes (Salamanca,
A criterio de Beghetto y Plucker (2006), la escolarización
formal promueve la unificación del conocimiento y del
comportamiento de los alumnos. Por otra parte, los docentes
que pretenden fomentar la creatividad se deben preguntar cuál
es el efecto que tiene sobre la creatividad la forma de llevar a
cabo los procesos de enseñanza y aprendizaje en las escuelas.
A partir de ello se deben diseñar e implementar estrategias que
respondan no solo al nivel cognitivo de los estudiantes, sino
también a sus intereses y grados de creatividad.
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016; Peña et al., 2017; Lamana-Selva y Peña, 2018; y
Ferrando et al., 2018), en las que, a más de establecer una
correlación entre ambas variables, otorgaron un nivel
predictivo a la creatividad respecto al rendimiento académico
(
Ferrando et al., 2018). En tal caso, es necesario estudios
futuros que permitan establecer si los resultados corresponden
únicamente a las características de la institución investigada y
Una limitación del presente estudio fue el haber
considerado únicamente al rendimiento y al comportamiento
https://doi.org/10.5281/zenodo.7513634
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