South American Research Journal, 3(1), 59-65
ISSN 2806-5638
https://www.sa-rj.net/index.php/sarj/article/view/21
Ecuador, un país diverso que cuenta con 18 nacionalidades
indígenas y 14 pueblos que tienen como lengua materna el
kichwa, cada vez se observa más la pérdida de la
comunicación en esta lengua, lo que se extiende a los
procesos de atención psicológica que se brindan a esta
población.
Los adolescentes kichwa-hablantes de los cantones
Cañar, El Tambo y Suscal son valorados por psicólogos que
solo trabajan en español. La lengua materna (kichwa), que
permitiría una mejor observación del perfil psicoemocional
de un adolescente, no se tiene en cuenta. Por lo tanto, es
urgente disponer de una herramienta de evaluación de la
ansiedad y depresión en la lengua materna de estos
estudiantes.
propiedades psicométricas válidas (Sanz et al., 2012;
Melipillán Araneda et al., 2008).
No obstante, no se han realizado estudios sobre la
adaptación de estos instrumentos en adolescentes kichwa-
hablantes. La única adaptación para evaluar ansiedad y
depresión que se ha realizado en una lengua similar es la
versión quechua de la DASS-21, que se destina únicamente a
la población adulta.
Marco teórico referencial
El término adolescencia proviene del latín adolescere
que significa: “crecer hacia la adultez” (Gaete, 2015, p. 437).
Es la segunda etapa dentro del complejo proceso de desarrollo
humano y se produce entre la infancia y la adultez. Se
caracteriza por la maduración progresiva de los aspectos
físicos, psicológicos y sociales, que conducen a formar un
adulto capaz de vivir independientemente (Gaete, 2015). En
Ecuador la cifra de adolescentes entre 12 a 17 años es de
aproximadamente 1.9 millones (Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos [INEC], 2010).
Los trastornos de ansiedad y depresión, generalmente,
empiezan en la infancia y la adolescencia, se desarrollan de
manera progresiva, pueden ser persistentes y crónicos
(Riordan y Singhal, 2018). A nivel mundial, la depresión es
la primera causa de enfermedad y discapacidad en este grupo
de edad, y el suicidio ocupa el tercer lugar entre las causas de
mortalidad (OMS, 2014).
La ansiedad puede desencadenarse cuando el individuo
se siente preocupado, inquieto o temeroso con respecto a
eventos que están próximos a ocurrir o que pueden (o no)
suceder en el futuro (Rector et al., 2008). Puede equipararse
al miedo, pues surge cuando el niño o el adolescente sienten
un peligro inmediato, sea imaginario real; por lo tanto, puede
ser útil para la supervivencia de los seres humanos (nos
prepara para enfrentar el peligro y adaptarnos a los cambios),
o volverse patológica cuando se presenta de manera
desproporcionada o si aparece sin ningún factor que lo
justifique (Sánchez y Cohen, 2020).
Los trastornos de ansiedad tienen una relación estrecha
con el detrimento de la salud física y mental de quien la
padece, lo cual, consecuentemente, implica un alto uso de
servicios de salud, impacta en el nivel de inasistencia a la
escuela y representa una carga económica importante para las
familias (Fineberg et al., 2013; Gómez y Calderón, 2017). En
definitiva, afectan de manera significativa (y negativa) a la
calidad de vida del individuo, y se asocian al deterioro de su
vida personal y social, al tiempo que presentan comorbilidad
con otros trastornos y potencializan el riesgo de suicidio
(Martínez y López, 2011; Hoge et al., 2012).
Este ámbito ayuda al fortalecimiento del sistema de
educación intercultural bilingüe en las instituciones bilingües
distribuidas en los cantones Cañar, El Tambo y Suscal; con lo
cual se da cumplimiento al art. 57. que establece:
Se reconoce y garantizará a las comunas, comunidades,
pueblos y nacionalidades indígenas de conforme con la
Constitución y con los pactos, convenios, declaraciones
y demás instrumentos internacionales de derechos
humanos, el derecho a mantener, desarrollar y fortalecer
libremente su identidad, sentido de pertenencia,
tradiciones ancestrales y formas de organización social
(
Constitución de la República del Ecuador, 2008, p. 26).
En tal razón, los pueblos y nacionalidades indígenas
tienen derecho a la prestación de servicios básicos, como el
de salud, en su propia lengua materna. De ahí que, no contar
con un instrumento de evaluación psicológica, traducido al
kichwa, compromete el desarrollo adecuado de la evaluación,
determinación y tratamiento de la salud mental de los
adolescentes kichwas.
Justificación
El artículo 29 de la Constitución de la República del
Ecuador (2008) establece que el "Estado garantizará el
derecho de las personas a aprender en su propia lengua y
ámbito cultural" (p.17). Asimismo, en el artículo 343 se
señala que "el sistema nacional de educación integrará una
visión intercultural acorde con la diversidad geográfica,
cultural y lingüística del país y el respeto a los derechos de
las comunidades, pueblos y nacionalidades" (p. 106). Sin
embargo, tanto el Departamento de Consejería Estudiantil
(
DECE) como las personas que trabajan en el ámbito
educativo, prestan atención en lengua castellana, lo que
impide una evaluación adecuada de los trastornos de ansiedad
y depresión presentes en estudiantes kichwa-hablantes.
De las múltiples escalas que permiten identificar la
depresión y la ansiedad en adolescentes, las que han
demostrado mayor evidencia empírica son el Inventario de
Depresión de Beck et al. (1961) y el Inventario de Ansiedad
de Beck (1988). Desde la década de los 60, ambos
instrumentos han demostrado una alta eficacia en la medición
de la ansiedad y la depresión (Ambrosini et al., 1991; Teri,
Los síntomas de la ansiedad se presenta, principalmente,
en dos niveles: a) síntomas físicos: se experimentan mareos,
cansancio, palpitaciones, dolores musculares y tensión
muscular, temblores, boca seca, sudoración excesiva,
dificultad para respirar, dolor abdominal, náuseas, dolor de
cabeza e insomnio;
y b) síntomas psicológicos: se
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982), siendo empleados en adolescentes tanto por la
experimenta inquietud, sensación de pavor, dificultad para
concentrarse, irritabilidad, sentirse constantemente “al
límite”, evitar ciertas situaciones y aislamiento (Martínez y
López, 2011; Remes et al., 2016).
De acuerdo con el informe anual del estado de la
población presentado por el Fondo de Población de las
Naciones Unidas (UNFPA, 2014), en el mundo hay 1.800
millones de jóvenes entre 10 y 24 años –casi el 25% del total
60
psicología general como por la psicología clínica (Bennett et
al., 1997). Varios estudios han investigado la validez de estos
instrumentos para ser aplicados en diversas comunidades de
adolescentes alrededor del mundo y en distintas lenguas
(
Byrne et al., 2004). Por ejemplo, se ha demostrado que la
versión española del Inventario de Ansiedad de Beck posee
https://doi.org/10.5281/zenodo.8102377