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called τέλος or purpose, product of its relationship with  
the society of hyperconsumption and self-exploitation.  
The methodology used was based on the etymological  
analysis and the philosophical reading of the relationship  
between the categories: happiness, hyperconsumption  
and self-exploitation in the context of today’s society. The  
results of this reading show that the concept of happiness,  
by losing its meaning, its τέλος, has ended up becoming  
pure ενέργεια, which radicalizes the ability of the human  
being to fall into hyperconsumption and self-exploitation.  
Keywords: Happiness, hyperconsumption, self-  
exploitation, purpose.  
La extirpación de la finalidad en la  
actividad  
humana:  
una  
aproximación a la autoexplotación  
en la sociedad del hiperconsumo  
The removal of purpose in human activity:  
an approach to self-exploitation in the  
society of hyperconsumption  
INTRODUCCIÓN  
Antonio Argudo-Garzón1  
Desde la perspectiva aristotélica, la vida se concibe  
como la actividad para conseguir el bien máximo de la  
felicidad a través de la virtud. Para lograrlo, la fórmula  
que planteaba Aristóteles era ενέργεια (capacidad de  
acción) + τέλος (finalidad). La ενέργεια tenía en su interior  
un τέλοςque la movilizaba. La sociedad del hiperconsumo  
ha extirpado el τέλος de la ενέργεια con la intención de  
reemplazarlo con placebos que permitan la aceleración de  
momentos de consumo de felicidad y eliminen la idea de  
una felicidad procesual y contemplativa. Esta extirpación  
del τέλος produce la acentuación de la autoexplotación  
individual dentro de la sociedad del hiperconsumo. En  
este artículo se pretende demostrar cómo incide la  
extirpación del τέλος de la ενέργεια en la radicalización de  
esta autoexplotación.  
Si bien no son de los conceptos más populares de  
Aristóteles, kínesis y enérgeia se han tornado frecuentes  
en varias discusiones filosóficas por su capacidad para  
mostrar las distinciones entre “movimientos”. Aristóteles  
considera que los movimientos son kínesis, es decir,  
alteración (alloíosis) que tienen un término (perás) o  
enérgeia, un movimiento intransitivo que tiene una  
finalidad (télos). Esta simple distinción tiene en realidad  
múltiples interpretaciones y usos, según el sistema  
filosófico que lo aplique. Por ejemplo, Heidegger utiliza  
esta distinción en su ontología definiendo el movimiento  
1
Universidad Católica de Cuenca, Av. de las Américas y  
Humboldt, Centro de Idiomas, Campus Humboldt,  
Cuenca, Ecuador.  
Correspondencia: alargudog@ucacue.edu.ec  
Recepción: 5 de abril de 2022 - Aceptación: 31 de mayo de 2022 -  
Publicación: 28 de junio de 2022.  
RESUMEN  
El presente ensayo filosófico condensa la visión  
aristotélica actual de la felicidad mediada por la sociedad  
de la autoexplotación y el hiperconsumo, categorías  
filosóficas claves para comprender el mundo  
contemporáneo. El objetivo de este trabajo es analizar el  
resultado de haber extirpado del concepto de felicidad lo  
que se denomina τέλος o finalidad producto de su relación  
con la sociedad de hiperconsumo y autoexplotación. La  
metodología utilizada estuvo fundamentada en el análisis  
etimológico y la lectura filosófica de la relación entre las  
categorías felicidad, hiperconsumo y autoexplotación en  
el contexto de la sociedad contemporánea. Los resultados  
de esta lectura muestran que el concepto de felicidad al  
perder de su significado su τέλος terminó convirtiéndose  
en pura ενέργεια, lo que radicaliza la capacidad del ser  
(kinesis) como enérgeia atelés, es decir, como un estar  
presente que todavía no se ha completado (Segura, 2018).  
Una aproximación contemporánea diferencia  
enérgeia y kinesis desde lo que se denomina como  
perspectiva extensional y perspectiva intensional. La  
primera, extensional, concibe la diferencia como una  
distinción entre clases o tipos de acciones, lo que tiende a  
separar necesariamente ambas. La segunda, intensional,  
establece más bien esta distinción como modos de  
consideración de las acciones. Dentro del primer enfoque  
son dos clases separadas de acciones, en otras palabras, la  
idea de que existe un elemento diferenciador cuando  
existe una limitante-resultado (ergon), que distingue la  
acción de un zapatero que se expresa en el resultado de su  
acción; es decir, un zapato, como algo externo al  
individuo, y que termina allí (kínesis), y la acción de un  
humano para caer en el hiperconsumo  
autoexplotación.  
y
la  
Palabras  
clave:  
felicidad,  
hiperconsumo,  
autoexplotación, finalidad.  
ABSTRACT  
This philosophical essay condenses a contemporary  
Aristotelian vision of happiness mediated by the society  
of self-exploitation and hyperconsumption, key  
philosophical categories to understand the modern world.  
The objective of this work is to analyze the result of  
having removed from the concept of happiness what is  
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zapatero que lo hace ser un zapatero y que no termina  
nunca (enérgeia). El segundo enfoque conduce a  
considerar que ambas son la misma acción, pero que  
pueden pensarse de distinta manera; es decir, que mientras  
el zapatero elabora un zapato, es posible la existencia de  
ambas consideraciones, tanto la ejecución y resultado de  
un obrar que es externo al individuo como la  
autorrealización del zapatero como tal y que no tiene un  
horizonte limitante al poseer una finalidad (télos) (Von  
Dem Bussche, 2019).  
La vinculación de este movimiento-actividad con la  
felicidad se establece de manera necesaria en Aristóteles,  
es decir, la felicidad (eudamonia) en sí es enérgeia + télos,  
y no mera kinesis, ya que la primera le brinda significado  
a todas las actividades de los individuos sin que se agote  
en el resultado de una actividad en particular. La lógica y  
paciente descripción de la felicidad hecha por Aristóteles  
tuvo vigencia durante cientos de años: ésta iba de la mano  
con sociedades donde la comunicación y la tecnificación  
social se encontraban en un desarrollo incipiente, lo que  
permitía el cumplimiento de las etapas que describe  
Aristóteles en la “Ética a Nicómaco” para llegar a la  
felicidad como fin último de la vida y la actividad humana  
constantemente de experiencias emocionales y mayor  
bienestar (Lipovetsky, 2007). Por otro, la incesante  
creación de elementos consumibles, concomitante con  
desechar todo aquello que no puede transformarse en  
consumo, tal como puede percibirse en el ataque  
constante al sueño del individuo en la contemporaneidad,  
pues dormir es un obstáculo para la productividad (Cary,  
2014). Finalmente, se necesita encender dispositivos que  
interioricen ambos elementos, es decir, mecanismos que  
conduzcan a que un individuo produzca y consuma al  
ritmo que necesita el sistema.  
Uno de los tipos de individuos arrojados por esta  
sociedad es el conocido autoexplotado. El aparataje  
capitalista que produce la sociedad de hiperconsumo  
logró mediante conceptos aparentemente inofensivos  
como libertad, transparencia o positivismoque el  
individuo contemporáneo se transforme en explotador y  
explotado, un empresario de sí mismo (Han, 2012). Los  
mecanismos audiovisuales que construyen un input  
diverso y a la carta muestran imágenes de personas  
autorrealizadas que se parecen a cada uno de nosotros;  
ello se produce mediante el trabajo constante, el  
emprendimiento y la negación de cualquier negatividad.  
El output es el mismo: un individuo autoexplotado listo  
para la producción “24/7” y el hiperconsumo. En este  
escenario, ¿cómo influye la transformación de la pasiva y  
procesual búsqueda de la felicidad de Aristóteles  
mediante enérgeia en la radicalización de la  
autoexplotación de individuo?  
La existencia misma de elementos no consumibles  
como la felicidad o el antes referido sueño necesitan ser  
exterminados por el capitalismo. No obstante, son  
actividades necesarias para la subsistencia humana. Nadie  
podría imaginar una vida sin la existencia del sueño o la  
felicidad. Todos necesitan dormir o tener aquel horizonte  
de felicidad en sus vidas. En el caso del sueño, el sistema  
capitalista busca mermarlo mediante la hiperatención y la  
creación de recompensas, que demuestren que producir es  
más necesario que dormir (Cary, 2014). La diatriba  
capitalista en contra de la felicidad se ha tornado en un  
proceso de extirpación del τέλος de lo que Aristóteles  
refería como ενέργεια, es decir, aquella capacidad de  
acción para alcanzar algún objetivo y que es intrínseco al  
ser humano, y aquel objetivo por excelencia que es la  
felicidad. Ser feliz no tiene que significar hacer “algo”  
específico, peor aún adquirir “algo”, pero nos brinda la  
suficiente motivación para seguir actuando. Sin el télos, la  
búsqueda de la felicidad es actividad vacía.  
(Aristóteles, 2005). El paso de un individuo atado a la  
satisfacción de sus deseos carnales a un individuo  
político, y luego de este a uno contemplativo, era posible  
en sociedades que se mantenían dependientes de la  
naturaleza y cuya capacidad de consumo era limitada,  
pues no eran inducidas a saltarse estas etapas de la vida.  
Sin embargo, la llegada de la contemporaneidad y la  
sociedad capitalista de hiperconsumo modificó la simple  
ecuación de Aristóteles.  
LA EXTIRPACIÓN DEL τέλος Y LA  
RADICALIZACIÓN DE LA  
AUTOEXPLOTACIÓN  
En efecto, aquellas idílicas sociedades con viejos  
sabios, jóvenes adultos encargados de la política y la  
milicia, y adolescentes y niños entregados a satisfacer su  
hambre y libido, eran propias de lo que había visto  
Aristóteles en su propia sociedad. Era un proyecto de toda  
la vida llegar a ser feliz mediante el actuar virtuoso, puesto  
que era necesario tener control de las necesidades  
materiales, los aspectos afectivos y los apetitos  
corporales. La felicidad intelectiva dependía también de  
todo lo anterior (Bosch, 2019). Era una felicidad que  
dependía en gran medida de un vivir metódico, activo y  
consciente, que se respaldaba en valores familiares, en  
una moral social religiosa y en formas de gobierno  
protectoras.  
La aparición del hiperconsumo provocó un cambio  
radical en la concepción que tenía el individuo de la  
felicidad. No parece haber un consenso todavía sobre  
todas las características de este tipo de sociedad, pero se  
pueden percibir tres elementos fundamentales. Por un  
lado, un individuo inestable y voluble en busca  
En nuestra contemporaneidad, la rapidez con la que  
se actúa provoca gastar aquella capacidad de acción  
(ενέργεια) en encontrar placeres efímeros y actuar según  
las emociones (Han, 2014). Esta forma de actuar ya ha  
sido estudiada por varios autores contemporáneos que ven  
cómo, en la sociedad de consumo, la ενέργεια no precisa  
de un τέλος, sino de un deseo a satisfacer, por lo que la  
impulsividad y la radicalización del uso de las emociones  
se vuelve un imperativo subconsciente produciendo  
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adultos infantilizados entregados a saciar sus deseos  
mediante bienes, servicios y experiencias (Infante, 2021).  
Al ser extirpado el τέλος, cualquier capacidad de acción  
es vana; es decir, el ser humano contemporáneo no  
visibiliza la felicidad como tal, y peor aún busca la virtud,  
porque el consumismo sistemático maximiza el valor de  
la ενέργεια vana y obliga al ser humano a actuar sin  
reflexividad. La vida sin τέλος se convierte en actividad  
pura que solamente busca satisfacer deseos mediante  
placeres efímeros.  
La sociedad del hiperconsumo necesita que los  
individuos mantengan ese deseo de buscar la felicidad,  
pero al mismo tiempo requiere que se resuelva en  
momentos efímeros de consumo de experiencias, bienes  
y servicios guiados por un deseo vacuo. La sociedad del  
hiperconsumo falsifica la felicidad, la que deviene en  
placebos de distinta índole. Se explota la emotividad y los  
individuos no se autorrealizan mediante la adquisición  
infinita e inagotable de virtud, sino que creen hacerlo con  
la suma de emociones y experiencias. Tanto la  
falsificación de la felicidad como el aprovechamiento del  
combustible inagotable de la original enérgeia para lograr  
dicha felicidad, tienen efectos en la autoexplotación del  
individuo en el contexto del hiperconsumo.  
agentes de coerción, pero se suma la autoexplotación  
subjetiva por la influencia que tienen las sociedades  
desarrolladas sobre estas.  
El télos es reemplazado por placebos creados dentro  
del sistema para obtener finalmente lo que se desea. El  
objeto o producto, que era el horizonte de nuestra  
actividad con la mira puesta en nuestra felicidad, ahora es  
un vehículo para lograr experiencias o emociones, que es  
finalmente lo que se desea (Žižek, 2004). El individuo  
autoexplotado quema constantemente enérgeia en  
encontrar una falsificación de la felicidad original  
planteada por Aristóteles, y lo hace entre un abanico  
enorme de experiencias, en las que el télos ha sido  
extirpado. El combustible inagotable de la enérgeia sin  
télos desborda al individuo que se autoexplota y lo  
trastorna. La felicidad es vaciada de significado para ser  
rellenada por experiencias y momentos de emotividad,  
mientras que la enérgeia, indispensable para su  
consecución, es quemada de forma infinita para asir una  
falsa felicidad que se descubre como tal al no mantenerse  
en el tiempo, sino provocar nuevamente la ansiedad por  
buscar una nueva experiencia, bien o servicio.  
CONCLUSIONES  
Se entiende autoexplotación como aquel  
comportamiento del individuo en la sociedad del  
hiperconsumo en el que se manifiesta un intencional  
sobreesfuerzo de actividad laboral alentado por una  
exagerada positivización para conseguir metas sociales  
En suma, un individuo que se autoexplota, al ser  
obligado a buscar la felicidad en placebos infinitos,  
quemará indefinidamente su enérgeia en lograrlo, sin  
conseguirlo. La fórmula aristotélica de la felicidad  
termina siendo pervertida en vehículos y horizontes falsos  
debido a la extirpación del télos de aquella actividad vital.  
La autoexplotación del individuo se radicaliza al tener  
combustible inagotable para mantener funcionando este  
tipo de comportamiento de manera indefinida. Su  
productividad se energetiza constantemente con la idea de  
lograr una felicidad que se sacia en la satisfacción de  
deseos.  
No obstante, aquel télos es constantemente percibido  
inclusive sospechado por el individuo contemporáneo  
puesto que se muestra en cada evento de frustración o  
depresión, en cada sentimiento de vacío luego de  
satisfacer un deseo. El futuro mostrará que es insostenible  
el modelo actual de hiperconsumo, y no solamente por el  
evidente exterminio de recursos naturales, sino porque en  
algún momento aquel sospechado télos, alguna vez  
extirpado de aquella enérgeia, se mostrará como el único  
elemento de esperanza en una sociedad que tiene como  
horizonte la productividad y no el desarrollo de su  
humanidad.  
(Han, 2012). Dentro de este esquema, se entiende además  
la existencia de mecanismos de difusión masiva de la  
imagen de individuos que han logrado superarse y escalar  
dentro de su comunidad a través de este comportamiento.  
También es claro que la penetración de este modo de ser  
del individuo tiene asideros en sistemas sociales y  
económicos donde se han ido fraguando conceptos antes  
mencionados, como libertad, transparencia, superación  
personal, y, por supuesto, felicidad (Han, 2014). El  
individuo que se autoexplota está penetrado por un  
engranaje de propaganda y difusión audiovisual que ha  
llegado a su psiquis. La autoexplotación es un  
comportamiento que no termina en el trabajo, sino que  
continúa funcionando en ámbitos familiares, de amistad y  
lúdicos.  
No se puede negar que este enfoque debe  
establecerse como una mutación de la sociedad del  
consumo que se ha logrado imponer y funcionar por sobre  
otras, lo que no quiere decir que ha suprimido otras  
formas de explotación que tienen un agente externo  
todavía (Polo, 2019). Sin embargo, el camino hacia la  
autoexplotación parece ser el que ha sido tomado por las  
sociedades desarrolladas y que tienen notoria influencia  
en el resto, e inclusive en aquellas franjas sociales donde  
se mantiene la explotación tradicional. En otras palabras,  
se podría incluso terminar hablando de una doble  
explotación en los sectores marginados, pues  
objetivamente se mantiene la explotación tradicional con  
BIBLIOGRAFÍA  
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modernas. Reflexiones en torno a la subjetividad  
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en el capitalismo tardío. Atuel Parusía.  
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